Visita al Festival de Patchwork en Sitges (I)

Tal como o dije, aquí estoy dispuesta a contaros como me fue en el festival de Patchwork de Sitges.
Pero antes de empezar tengo que deciros que había tantas cosas que quería enseñaros que tengo un montón de fotografía y me era imposible ponerlas todas en un post por lo que pondré varios para darle a cada parte la importancia y extensión que se merece.

Empecemos.


El sábado amaneció desapacible, meteorológicamente hablando, y esto hizo que el viaje lo hiciéramos con la incertidumbre de saber si la lluvia y el mal tiempo nos impediría disfrutar de nuestra visita a Sitges. A pesar de mantenerse el cielo nublado llegamos sin que hubiera caído ni una gota de agua y eso nos animo.

Lo primero, dejar las maletas. El hotel estaba en Castelldefels, en la montaña, exteriores bonitos, decoración clásica y habitación espaciosa. En recepción formando parte de la decoración se encuentra este simpático botones.

Una vez registrados se nos hizo la hora de comer y después de dar una vuelta por la ciudad acabamos en un restaurante vasco comiendo pinchitos varios regados con un buen chacolí, postre y preparados para Sitges.

Al llegar empezó a llover con bastante intensidad y aunque no duro mucho rato hizo necesario que los puestos del exterior de las carpas se tuvieran que cubrir y la gente se tuvo que refugiar dentro de las carpas y los bares.

Pensando en el poco tiempo que quedaba decidí dejar las exposiciones para el domingo y echar un vistazo por las carpas. Había instaladas 3 situadas en el Paseo de la Ribera, frente al mar, donde se encontraba la zona para comprar.

Apenas había entrado me llamo por teléfono Pilar, una chica muy simpática a la que conozco gracias a un foro de patchwork que las dos seguimos en internet. Ya que las dos íbamos al festival decidimos conocernos y así ponernos cara. Tuvimos poco tiempo porque ella tenía que coger el tren pero fue estupendo conocerla. Al despedirnos volví a entrar en la primera carpa.

Siempre digo que no voy a comprar nada pero... quien puede resistirse a mas de 400 stands llenos de telas, plantillas, kits de monederos, llaveros, bolsos, fundas para maquinas, agendas... y un largo etcétera de cosas a la cual mas bonita. Pues eso que compre varios fat quarter, un panel con motivos de costura, un kit para hacer unos monisimos zapatitos de bebe, el kit para un costurero, unas aplicaciones de tela y unas plantillas para hacer aplicaciones que utilizare en unas camisetas.

No creáis que fue fácil hacer las compras, en primer lugar era difícil decidirse con tantas cosas y en segundo lugar porque había muchísima gente dentro de los stands. Eso ya lo esperaba por ser sábado.

Lamento no poder poneros fotografías de los stands ni de los artículos que se vendían porque, como ya es habitual en las ferias, esta prohibido hacer fotografías y yo considero, que aunque no me guste, debo respetarlo.

El tiempo paso volando y cuando me di cuenta estaban cerrando la carpa para que no entrara nadie. Solo tuve tiempo de ver dos. Pero el día no había terminado.

Me llamo Tesa, otra chica que conozco del mismo foro y a la que también tenia muchas ganas de conocer. Nada mas conocernos nos dimos cuenta de que además de nuestra afición por el patchwork coincidimos en nuestro gusto por los "Carlos" ya que tanto su marido como el mio se llaman así.

Empezamos haciéndonos unas cervezas pero estábamos tan a gusto que continuamos con la cena y nos costo mucho decirnos adiós, bueno adiós no, hasta pronto ya que no descartamos un viaje por el norte que es por donde ellos viven. Son estupendos los dos.

De vuelta al hotel con las compras, la cabeza llena de ideas y proyectos que espero no tardar en realizar.

El domingo nos levantamos temprano para aprovechar al máximo el tiempo y poder ver todas las exposiciones. No llovía y aunque hacía sol el viento hacía necesario ir abrigado.

Y para no hacerlo muy pesado, lo dejo aquí. Si quieres saber las exposiciones que visite y las fotografías que hice no te pierdas mi siguiente post...