Se trata del encuentro en L'Arborç (Tarragona). Para aquellas personas que piensen "vaya con el jaleo que hay y te vas a Cataluña) tengo que contaros que aunque soy castellano parlante, no he notado ni en esta ni en ninguna otra visita que he realizado a Cataluña, ninguna muestra de rechazo. Todo lo contrario han sido muy amables y en cuanto me oían hablar castellano cambiaban del catalán al castellano aunque yo les dijera que no lo hicieran. Así que yo no tengo mas que buenas palabras para las personas que viven en Cataluña.
Como mi marido no es amante del encaje de bolillos siempre relacionamos la visita a los encuentros con viajes en los que él pueda disfrutar de otro tipo de actividades, y en este caso como íbamos dos parejas teníamos pensadas varias actividades, entre las que se incluía probar los "calçots" que para quienes no hayan oído hablar de ellos es una comida típica a partir del mes de noviembre hasta mediados de abril.
Salimos de casa el sábado temprano con intención de aprovechar al máximo el fin de semana. Nos alojamos en la Hospederia del Monasterio de Poblet. Un lugar precioso y tranquilo del que nos llamo la atención que no hubiera televisión de las habitaciones pero contaba con algunos libros. Buena recomendación.
Decidimos ir a probar vinos a una bodega y compramos algunos que nos gustaron especialmente aunque la decisión fue difícil. También visitamos un taller donde se soplaba el vidrio así como su museo en Vimbodí. Que fácil parece viendo al maestro artesano Paco Ramos haciendo preciosas figuras a partir de un pegote de cristal.
Mi marido nos obsequio a mi amiga y a mi con un pequeño caracol de cristal. ¿Por qué caracol y no una flor? Porque somos alcoyanas y a los alcoyanos se les conoce como caracoles. Hay dos versiones de este apodo: una dice que se nos llama así por cornudos, babosos y arrastrados; la otra dice que es por tomarnos la vida con paciencia y tranquilidad. No es difícil imaginar que yo estoy a favor de la segunda versión, jajajajaja
Tras la visita al museo del vidrio nos dirigimos a comer, calçots como ya os he comentado en el Restaurant Del Torrents. Teníamos alguna reserva al pensar que son cebollas y podían no gustarnos, pero todo lo contrario...nos encantaron. Tienen un sabor peculiar que para nada recuerda la cebolla y por supuesto la salsa que los acompaña, la salvichada, no os podéis imaginar lo rica que esta. En ella mojamos los calçots pero también unas buenas rebanadas de pan. La comida y el vino que nos sirvieron estaban delicioso. El babero lo proporcionaban antes de empezar a comer y aunque al principio gastamos bromas sobre el tema la verdad que al final de la comida agradecimos el detalle.
Después de comer realizamos una visita guiada por el Real Monasterio de Santa María de Poblet prototipo de abadía cisterciense española. Una visita muy amena y enriquecedora. De la tienda compre unas hierbas para hacer infusión que no os podéis imaginar lo ricas que están y los recuerdos que me traen al olerlas.
Y desde luego en los lugares menos pensados podemos encontrar labores convertidas en arte, como estos dos tapices que estaban situados en la cafeteria/restaurante del monasterio. Me gustaron por su originalidad. Fijaros como forman parte del tapiz los ovillos pequeños de perle.
Después de una cena, bastante mas ligera que la comida, en el restaurante de la Hospedería muy bien atendidos por los camareros que fueron en todo momento muy amables y simpáticos nos retiramos a descansar ya que televisión no había y después de madrugar y el viaje la verdad que se agradecía el descanso.
Por la mañana rumbo al encuentro de L'Arborç. Allí visitamos el museo del encaje, la exposición de los trabajos, compramos algunas cosas para bolillos entre ellas patrones de diferentes diseñadores que no nos llegan a los encuentros de nuestra zona, salude a algunos puestos que conozco por coincidir en los encuentros como son TMC y Carmen Espriu, salude a amigas y conocía a otras...en resumen disfrute de los bolillos. Solo me falto poder visitar la Giralda que lamentablemente estaba cerrada.
Y me pareció algo extraño ya que estaban celebrando la "Feria de Santa Lucia" y me parecía un buen momento para que recibiera visitas, en fin, supongo que se debería al descanso del personal para que pudiera disfrutar de la fiesta. Como podréis suponer había muchas actividades incluido un mercado medieval dentro de esta Feria.
No os puedo describir la belleza de los trabajos que vimos porque no hay suficientes palabras. Os voy a dejar el vídeo de todas las fotografías que hice, y advierto que son muchas, porque aunque el ojo de la cámara no puede capar los matices al menos si se puede ver la labor. Una de las cosas que mas me gusto del museo, es que cada pieza iba acompañada de una leyenda donde explicaba quien la había realizado o donado así como el año de este hecho.
Las imágenes tienen algunos reflejos ocasionados por el cristal de las vitrinas que protegían las piezas de encaje.
Después de cumplir este deseo ya tengo en mente cual será el próximo a cumplir pero ya os lo contare mas adelante...