El día amaneció nublado y durante toda la mañana tuvimos la amenaza de lluvia, llegando en algún momento a caer unas gotas, que hicimos como si no cayeran, porque teníamos muchas ganas de hacer este taller y no queríamos que nada lo estropeara y tuviéramos que recoger.
Éramos 5 personas mas la monitora. Nunca había hecho jabones, a pesar de que mi abuela utilizada, como en muchas casas, el jabón que ella misma hacia con sosa y el aceite utilizado en la cocina, así que iba bastante, por no decir, muy perdida.
Empezamos con la fabricación del jabón de Castilla que en nuestro caso elaboramos en frio. También se puede hacer en caliente pero además de que hubiéramos tardado mucho porque solo teníamos una cocina, al calentar la sosa caustica, los vapores son muy peligrosos y a pesar de encontrarnos a cielo abierto preferimos seguir el proceso en frio.
Lo primero fue mezclar, en la proporción adecuada, el agua y la sosa caustica. Tras remover hasta la disolución de la sosa (con mucho cuidado y protección, ya que la sosa es muy peligrosa por su característica abrasiva) se deja reposar un mínimo de 3 horas y un máximo de 6 horas.